Conversando con Uxue Alberdi I/II: FIL Guadalajara, música y rebeldía

Euskara. Kultura. Mundura.

16-12-2021

En la charla ´Literatura, música y rebeldía´ de la FIL Guadalajara, la escritora Uxue Alberdi dialogó, con el también escritor Mariño González, sobre su novela ´Jenisjoplin´ (Consonni, 2020). Contó que se basaba, en gran medida, en las vivencias de su adolescencia. Contó, en la reconocida feria internacional del libro de México, cómo era el País Vasco de su juventud. También habló del tipo de interrogantes que surgieron por aquel entonces y que hoy en día perduran. Alberdi es, al fin y al cabo, una escritora a la que le interesan más las preguntas que las respuestas. Viene a crear debate.

-¿Cómo ha sido la estancia en México?

-Ha sido muy interesante e intenso. He participado en tres charlas de la programación oficial. Una, ‘Literatura, música y rebeldía’, con Mariño González; otra, ‘Los lectores presentan: Jenisjoplin’, con cuatro lectores locales, también escritores/as y periodistas. Hablamos de sus lecturas del libro; por último, también participé en la actividad ‘Ecos de la FIL’. Fui a la escuela secundaria de la localidad de Tala para hablar con los estudiantes de allí sobre libros y literatura.

Por otro lado, también he realizado tres presentaciones fuera de este programa de feria del libro. Junto al escritor Julián Herbert, en la librería y editorial Impronta. En la librería Gandhi compartimos nuestras experiencias con Claudia Cabrera, la traductora del libro ´Tránsito´. También tuve una entrevista con el escritor Yael Weiss sobre "Jenisjoplin". Y di más de 15 entrevistas para medios locales.

-¿Ha sido diferente en comparación a experiencias anteriores?

-No me era extraño lo que estaba haciendo, excepto por el idioma en que lo estaba haciendo. Lo diferente era, en definitiva, el/la lector/a. Escribo para la comunidad vasca, para el/la lector/a que habla en euskera. Este tipo de oportunidades son las derivadas de la traducción de mi obra. Puedes llegar a nuevos/as lectores/as, puedes ser leída desde otro tiempo y desde otra geografía. Como resultado, cambia la forma en que miras el libro, lo cual es muy interesante. Eso te da confianza como escritora.

He hablado con otros/as escritores/as vascos/as sobre esto y creo que tenemos un complejo interno. Creemos que escribimos bien “para nuestro rincón”, que nuestros textos son buenos para nuestra comunidad, pero nos cuesta ver si estos trabajos pueden funcionar en otro contexto. Viajar a otro sistema literario, como puede ser una feria, te demuestra que eres un/a escritor/a entre otros/as escritores/as. Que tu libro es uno entre miles y que dialoga con todos ellos. En ese sentido, es fortalecedor.

Pensaba que mi participación en la FIL Guadalajara sería más anecdótica, pero fue muy común en el mejor de los sentidos: fui muy bien recibida y vinieron al encuentro muchos/as lectores/as. Pude ver que creando desde lo que soy, desde mi sitio, puedo conversar con lectores/as de cualquier otra cultura.

-Que puedes abordar lo universal desde tu individualidad.

-A menudo nos encasillan en lo exótico. El euskera no se considera una lengua adulta, una lengua para expresar y contar cualquier cosa, por lo que los creadores vascoparlantes, a menudo, no somos tratados como tal tampoco. Cuando te traducen a una lengua hegemónica, tienes la sensación de que te han descubierto. Como hizo el colonialismo con América y los/as americanos/as. Ellos/as ya eran, y nosotros/as también.

Con la traducción del libro ‘Reverso’ (Reikiavik Ediciones, 2021), por ejemplo, mucha gente se ha sorprendido de que haya podido pensar en el machismo desde el bertsolarismo. Pensando, como: ¿Qué puede aportar de nuevo el bertsolarismo, que viene de la tradición? Disciplina que, además, carece de homólogas entre las lenguas hegemónicas.

Nosotros/as ya lo sabemos, pero no creo que sea una cuestión de autoestima, sino de mirada. Sabemos que tenemos que seguir adelante con los nuestro, incluso sabiendo cómo nos mirarán. Sigues adelante sabiendo quién eres. Creo que por eso te sientes fortalecida al funcionar en un plano internacional.

-¿Afecta a la historia escribir desde esa posición?

-Las historias de los márgenes deben ser relatas desde los márgenes. Hay experiencias que no se pueden vivir desde el centro, y tampoco se pueden relatar desde esa posición. Son muy pocas personas las que están siempre en esa posición, y por eso es muy interesante escuchar historias de otras periferias (de lenguaje, sexualidad, género…). Después de todo, puedes escribir en un lenguaje no hegemónico una historia que, en términos de clase económica o raza, es muy cercano al poder. Y una historia marginal se puede contar en un idioma hegemónico.

Por ejemplo, en México tuve la oportunidad de dialogar con Herbert, como he mencionado anteriormente. Uno de sus libros es ‘Canción de tumba’. En él recoge cómo fue crecer siendo hijo de una prostituta, entre otras cosas. Me parece que vivir con algún tipo de opresión te ayuda a cultivar una sensibilidad hacia otras opresiones.

-La traducción al español de ‘Jennisjoplin’ está siendo bien recibida, y Consonni también publicará una traducción del libro ‘Dendaostekoak’ a principios de 2022: ‘Trastienda’.

-‘Trastienda’ se publicará en febrero, sí. El trabajo que está haciendo Consonni es muy importante. No se trata solo de traducir textos desde el euskera, y especialmente de mujeres, al español, sino de cómo y por qué hacen ese trabajo; hay muchas formas de traducir de una lengua minoritaria a una hegemónica.

Agradezco el contexto que dan a la traducción de cada obra, relatando que, efectivamente, son trabajos publicados originalmente en euskera. Y que no sean una excepción. Hasta hace unos años, se traducían muy pocos libros desde el euskera. Como resultado, solo uno o dos nombres excedían las fronteras de nuestro territorio. Ahora, las obras traducidas se dan luz la una a la otra, creando una imagen más diversa y realista de los cuerpos y discursos de este pueblo. Además, la editoral Maria Mur (Jenisjoplin) e Iruña Iriarte de Reikiavik son vascoparlantes. Me parece importante hacer el trabajo de traducción concienzudamente, ya que se toman muchas decisiones a la hora de traducir un texto.

-Estos últimos años hemos podido disfrutar de la apuesta tan enriquecedora que supone traducir al euskera diversas obras de la literatura universal. ¿Ha llegado el momento de la internacionalización de la literatura vasca?

-Una, dos o tres voces no pueden representar un pueblo, una cultura, una historia colectiva. Hay muchas voces vivas en nuestro sistema literario y yo diría que hay textos de calidad que pueden representarse a sí mismos.

Estuve en una conferencia con Yásnaya Elena Aguilar en Guadalajara. Escribe en el idioma mixe. Me gustaría leer su obra en euskera. Por tanto, tengo claro que la puerta a la traducción debe estar abierta hacia ambos lados. Al mismo tiempo, siento que es importante tener claro desde  dónde estamos traduciendo, para que tengamos claras las oportunidades y riesgos que plantea cada acción. Con la llegada a nuevos sistemas literarios, se pueden crear nuevas oportunidades atractivas. Cada sistema tiene su propio tamaño y recursos. Ventajas y desventajas. Una debe tener claro dónde tiene su eje; yo lo tengo en el euskera.

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