Barbara Pregelj: "16 de las 60 obras que he traducido al esloveno son de autores euskaldunes"
31/05/2018
Euskara. Kultura. Mundura.
La traductora eslovena Barbara Pregelj (Ptuj, 1970) cuenta con un gran recorrido a sus pies: ha traducido más de 60 trabajos del español, del gallego y del catalán. Y en los últimos años ha encontrado un idioma que la ha fascinado, tras realizar una estancia de 6 meses en el Barnetegi de Zornotza: el euskera. Ha traducido obras de Juan Kruz Igerabide, Patxi Zubizarreta, Bernardo Atxaga o Arantxa Urretabizaia, estas últimas en el marco del programa ‘Itzultzaile berriak – Nuevos traductores’. ¿Cómo vive la lengua vasca una traductora eslovena? Esto es lo que nos ha contado:
La traductora eslovena Barbara Pregelj (Ptuj, 1970) cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas: ha traducido más de 60 trabajos del español, del gallego y del catalán. Y en los últimos años ha encontrado un idioma que la ha fascinado, tras realizar una estancia de seis meses en el barnetegi de Zornotza: el euskera. Ha traducido obras de Juan Kruz Igerabide, Patxi Zubizarreta, Bernardo Atxaga o Arantxa Urretabizaia, estas últimas en el marco del programa ‘Itzultzaile berriak – Nuevos traductores’. ¿Cómo vive la lengua vasca una traductora de Eslovenia? Esto es lo que nos ha contado:
- ¿Qué te ha llevado a traducir trabajos de Bernardo Atxaga Mariasun landa, Juan Cruz Igerabide o Patxi Zubizarreta?
La lectura de sus obras, que hubiera desconocido si no fuera por Marijo Olaziregi, Xabier Etxaniz, Lourdes Otegi [profesores de la UPV y expertos en literatura vasca los tres], y Bernardo Atxaga, quien está traducido al esloveno. Y mucha curiosidad por asomarme al mundo de la literatura escrita en euskera. Y mucho apoyo de mi pareja Aleš y de mis hijos Filip y Gašper con los que pude compartir mis lecturas y mi entusiasmo. Para ellos improvisaba mis primeras traducciones de la literatura infantil en voz alta. Y lo que he descubierto a lo largo de estos años es una literatura a la que le importa quízá no tanto su lector adulto y joven (que también), sino, sobre todo, el mundo en sí que está intentando verbalizar. Eso me impactó tanto que ya no he podido dejar de leerla ni de traducirla. De aproximadamente 60 títulos de libros que he traducido al esloveno, 16 son obras de autores euskaldunes.
- ¿Cómo fue tu primer contacto con el euskera? ¿Lo conocías antes de venir al País Vasco?
Cuando en 1988 fui por primera vez a la Península, también pasé por San Sebastián. Luego he vuelto varias veces al País Vasco, pero siempre de paso. En una ocasión me compré el libro Bakarka [un método para aprener euskera], pero no me dio tiempo a aprender nada, así que antes de venir al País Vasco a aprender el euskera solo sabía decir ´eskerrik asko´.
- Gracias al programa ‘Itzultzaile berriak’ has podido traducir varios trabajos del euskera al esloveno. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Efectivamente, gracias al programa he podido avanzar en el aprendizaje de la lengua y empezar a traducir directamente del euskera. Es una situación lingüística bastante particular porque soy capaz de expresarme en frases simples; la literatura, en cambio, es la expresión verbal más compleja que se conoce. Quiero decir que estoy en el primer peldaño, pero voy subiendo. Para mí ahora es importante poder acceder a las obras escritas en euskera, poder compararlas con la traducción castellana o inglesa (o catalana) e ir aprendiendo.
Dentro del programa nacieron las traducciones de Bernardo Atxaga (Xola eta Ameriketako izeba, Xolak badu lehoien berri y Xola eta Angelito) y de Arantxa Urretabizkaia. La literatura infantil, aunque sea escrita por Atxaga, es también en Eslovenia bastante marginal. En este sentido fue muy acertada la decisión de traducir también la obra de Urretabizkaia que está empezando a circular y las respuesta de los lectores eslovenos es muy positiva.
Gracias al proyecto he podido traducir también otras obras del euskera: Jonasek arazo potolo bat du; Jonas larri; Adio, Jonas (Juan Kruz Igerabide). Ahora estoy traduciendo poesía.
- ¿Has tenido contacto con los propios autores en el proceso? ¿Te han aconsejado?
Sí, lo he tenido, pero no me han aconsejado. En realidad, no hemos hablado de las cosas concretas de los textos, sino más bien de su obra en general. Para mí los contactos con los autores son fundamentales porque así me voy creando mi propio paisaje cultural del País Vasco. Esto me ayuda tamabién en las investigaciones que estoy llevando a cabo.
- El euskera y el esloveno son lenguas muy lejanas la una de la otra. ¿Eso afecta a la hora de enfocar la traducción?
Creo que mis traducciones del euskera son distintas de las traducciones que hacía antes, es decir de las traducciones hechas del castellano. Se nota que la fuente es distinta.
El euskera es una lengua que es distinta de todas las lenguas que conozco, pero también las demás lenguas de la Península son distintas del esloveno. El euskera es mucho más sintético que las demás lenguas y en este sentido más parecido al esloveno.
Pero al traducir, lo que se traduce es también la cultura en su sentido más amplio y por eso es fundamental conocer la cultura fuente. Conociéndola esta cultura se hace cada vez menos alejada y cada vez más nuestra. Entre el País Vasco y Eslovenia existen muchísimas similitudes culturales que creo, tienen que ver con el número de hablantes de nuestras lenguas y el paisaje en el que vivimos. El esloveno también está rodeado de lenguas grandes (el alemán, el italiano, el ex-serbo-croata), su conservación es una consecuencia del esfuerzo de varias generaciones, su cultura es una cultura actualmente denominada periférica. El papel de la madre en nuestra cultura es importantísimo, el montañismo durante siglos fue una muestra del espíritu nacional, el ciclismo es un deporte muy extendido...
- También has traducido del catalán y del gallego. ¿El proceso de traducción es diferente según el idioma de origen?
El proceso en sí no, porque se basa en la lectura y en la interpretación filológica y literaria del texto. Pero sí he notado que las sinapsis para mi euskera son muy distintas y tienen que fortalecerse mucho más.
- Como traductora, ¿qué singularidad o valor le ves al euskera?
Soy novata en el euskera. Y me asombra mucho esta lengua, tengo mucha curiosidad por todo el proceso del aprendizaje y por la lengua misma. Me hace mucha ilusión poder entender, decir y escribir algo. Como ves, mis razones son sobre todo personales.
- ¿Qué libros has traducido en el contexto de ‘Itzultzaile berriak’? ¿Qué tal ha ido la edición y publicación de esos libros?
Ya he mencionadolos títulos. No he tenido problemas con su publicación, ya que mi marido y yo tenemos una pequeña editorial que los ha publicado. Una buena parte del catálogo de Malinc corresponde a los autores euskaldunes y fue precisamente una obra de Mariasun Landa, su Elefante txori-bihotz, la que nos hizo pensar en hacer nuestra propia editorial. Buscaba un editor para que publicara y no había manera... Es una obra que luego ha gustado mucho y ya está agotada.
Si bien antes he dicho que la literatura infanil también en Eslovenia es bastante marginal, tiene un valor induscutible en cuanto a la socialización de los lectores. Estoy muy orgullosa porque este año en ´Leo, leo´, un proyecto de animación a la lectura que organizamos todos los años, han participado más de 4.500 niños y niñas. ¿Qué obras han leído? Los tres títulos de Xola, resultado del proyecto ´Itzultzaile Berriak´, pero también el último álbum de Jonas (Adio, Jonas), la poesía de Juan Kruz Igerabide y un libro muy curioso, escrito por Patxi Zubizarreta y Juan Kruz Igerabide, Siete noches con Paula.