Hiromi Yoshida, la japonesa que decidió estudiar Euskera sin conocer el País Vasco
Euskara. Kultura. Mundura.
Nacida en Japón, decidió estudiar lengua vasca sin haber pisado siquiera el País Vasco. Desde entonces, no ha dejado de venir. Estudia y enseña Euskera, y realizó una tesis sobre el Euskera de Azpeitia. Ha traducido, entre otros, el primer libro escrito en lengua vasca Linguae Vasconum Primitiae (Bernart Etxepare), y es profesora de Euskera en universidades japonesas. Ahora, acaba de publicar un nuevo método para el aprendizaje del Euskera en Japón. Para hablar de eso y de mucho más, la hemos tenido en nuestra sede. Con todos vosotros... Hiromi Yoshida.
Nacida en Japón, decidió estudiar lengua vasca sin haber pisado siquiera el País Vasco. Desde entonces, no ha dejado de venir. Estudia y enseña Euskera, y realizó una tesis sobre el Euskera de Azpeitia. Ha traducido, entre otros, el primer libro escrito en lengua vasca Linguae Vasconum Primitiae (Bernart Etxepare), y es profesora de Euskera en universidades japonesas. Ahora, acaba de publicar un nuevo método para el aprendizaje del Euskera en Japón. Para hablar de eso y de mucho más, la hemos tenido en nuestra sede. Con todos vosotros... Hiromi Yoshida.
Llevas cerca de un mes en el País Vasco pero pronto vuelves a Japón....
Sí, normalmente suelo venir en estas fechas (febrero) y en septiembre. En Japón tenemos un calendario académico peculiar: el curso comienza en abril y se corta en vacaciones de verano. Lo retomamos en octubre, y en la universidad suelen tener la selectividad en febrero. Por lo tanto, aprovecho los meses libres para venir aquí.
Acabas de publicar un nuevo método para que los japoneses puedas aprender euskara. ¿Cómo surgió la idea?
El encargo me lo hizo la editorial Hakusui-sha, que ya tiene una colección de cerca de 60 volúmenes para aprender diferentes lenguas ("New Express Series"), y querían incluir el Euskera. He estado trabajando en el método cerca de un año, y aunque ha sido un trabajo difícil, gracias a mi editora he podido terminarlo para diciembre.
¿A quién está dirigida esta metodología?
A los japoneses interesados en estudiar Euskera. Todas las explicaciones están en Japonés, y en principio está planteado como un método de autoaprendizaje, aunque también se puede utilizar en una clase. El libro está acompañado de un CD para aprender la pronunciación.
Suena curioso que una persona de Japón se interese por estudiar una lengua geográficamente tan lejana. ¿Hay similitudes entre ambas lenguas?
Sí, sin duda. El Euskera es una lengua aislada, sin parientes, y el Japonés también. La lengua vasca es muy diferente al resto de lenguas europeas, y tiene más similitudes con el Japonés. Por ejemplo, el orden de las palabras.
De todas formas, tampoco es correcto compararlas demasiado, porque también tienen elementos diferentes. La estructura de las frases negativas en Euskera, por ejemplo, son mucho más complicadas que en Japonés.
Tu relación con el Euskera viene desde hace décadas. Entre otros has traducido trabajos como Linguae Vasconum Primitiae de Bernart Etxepare, y hoy en día eres lectora de lengua y cultura vasca del Instituto Vasco Etxepare en Tokio. ¿Qué tipo de alumnos tienes en el lectorado?
Yo imparto clases en dos universidades de Tokio. El lectorado del Instituto Etxepare se sitúa en una facultad dedicada a las lenguas y culturas extranjeras. La facultad cuenta con departamentos dedicados a más de 10 lenguas, y la mayoría de los alumnos que estudian Euskera llegan del de Filología Hispánica. También vienen alumnos de Filologías Turca, Arábica o Alemana.
La mayoría de ellos ya conocen el País Vasco por sus estudios; el Euskera resulta muy atractivo para los alumnos de lingüística.
También hay que mencionar que en esa universidad mi clase está abierta al público general, y por ejemplo este año hemos contado con cuatro alumnos de fuera de la universidad. Uno e ellos es flautista, y vino atraído por la música de Xuberoa. Otro es fotógrafo, y fanático del Athletic de Bilbao. También han solido venir fans de músicos como Fermin Muguruza.
Por curioso que parezca, hay cuatro razones que mayormente impulsan a los japoneses a estudiar Euskera: el futbol, la gastronomía, la música; y por supuesto, la lingüística.
¿Cómo se comienza a enseñar Euskera a los alumnos japoneses?
Comenzamos de cero. En la primera clase me dedico a dar datos generales sobre el País Vasco (número de habitantes, las diferentes regiones, historia...). En la segunda clase comenzamos con la pronunciación, y a partir de la tercera se empiezan a estudiar estructuras simples.
Tenemos hora y media a la semana, y aunque sea poco los alumnos muestran gran nivel.
Tu tienes una amplia experiencia aprendiendo y enseñando Euskera, pero algún día empezaste de cero. ¿Qué te llevó a estudiar lengua vasca?
Yo estudié la carrera de Filología Inglesa, pero tenía ganas de estudiar una lengua fuera de lo común. Tuve la oportunidad de estudiar el Ainu, una lengua del norte de Japón en peligro de desaparecer, pero varios de mis compañeros ya la estudiaban, y yo quería aprender algo diferente.
Casualmente, el profesor Suzuko Tamura propuso montar un grupo voluntario para aprender Euskera; él llevaba 7 meses y no quería perder la práctica. Formamos un grupo de cinco alumnos y esa fue mi primera toma de contacto con el Euskera.
Aquel era el último año de carrera, y después comencé a trabajar. Tras cinco años decidí visitar el País Vasco y vine al Barnetegi Maizpide de Zestoa. Pasé un mes aprendiendo Euskera y a la vuelta decidí inscribirme en los estudios de Máster para poder realizar un trabajo sobre el Euskera. Pero no solo eso, quería hacerlo sobre algún euskalki (dialecto del Euskera) concreto, y como no contaba con recursos para venir al País Vasco me puse en contacto con una monja de Zestoa, conocida mía, que me presento a un chico de Azpeitia. Gracias a él, pude escribir mi tesis sobre el Euskera de Azpeitia.
A partir de ahí mi relación con los estudios vascos no ha cesado, y visito el País Vasco todos los años.
No vives aquí, pero llevas observando la lengua vasca desde hace décadas. ¿Qué evolución has visto en el Euskera?
Ha cambiado mucho. El número de hablantes ha aumentado notoriamente, en mi opinión gracias a las Ikastolas y a la educación. Hace 30 años si pedías un vino en Euskera en la Parte Vieja de Donostia podían no entenderte; hoy en día eso no pasa. Si vas a algún Barnetegi, también verás que hay menos alumnos jóvenes.
Me parece muy importante que el número de hablantes aumente. Pero tal y como apuntan los expertos, el uso y la calidad de la lengua son inferiores a hace algunos años.
¿Cara al futuro, qué proyectos tienes en relación al Euskera?
En estos momentos estoy traduciendo dos trabajos; un libro de poemas de un autor japonés y una novela breve. Para ambos cuento con ayuda de escritores vascos.
Por otro lado, también traduzco Rakugos. Los Rakugos son cuentos tradicionales japoneses, cortos y en clave de humor, y tras traducirlos al Euskera, tres amigas y yo nos dedicamos a recitarlos: Axen Escalada, Arantzazu Maiz y Maider Ibarguren. Por ejemplo, ofrecemos actuaciones en euskaltegis, para animar a los nuevos alumnos. ¡Estáis invitados!