Harkaitz Cano sobre la escritura en una lengua minorizada -entre otras cuestiones- en Irlanda

Euskara. Kultura. Mundura.

23-10-2014

El escritor Harkaitz Cano  habló el pasado viernes, 17 de octubre, sobre las ventajas y desventajas de escribir en una lengua minorizada en la universidad UCC de Cork, junto a la poeta gallega Marta Dacosta. Sobre cómo los autores y autoras en lenguas minorizadas deben a menudo preocuparse sobre sociolingüística, lo quieran o no. Dacosta disertó sobre el peso de la tradición oral y el papel de la mujer, cuyo rol de tejedora es a menudo insuficiente, por lo que reivindicó que “como Ulises, Penélope quiere viajar, y viaja”.  A continuación Cano se centró en los riesgos de la autotraducción, de la necesidad de responder a la carencia de una tradición escrita con la invención de una tradición y de la importancia del humor. Después ofrecieron una lectura de poemas en la biblioteca pública de Cork (en la imagen) junto con el traductor y escritor Isaac Xubin.

En Dublin, John Banvill se encargó de inaugurar el Festival ISLA, celebrado este año en el Instituto Cervantes. Los invitados de esta edición han sido, entre otros, la chilena Diamela Eltit y José Ovejero. Harkaitz Cano participó el sábado en la mesa redonda “Cuéntamelo otra vez”, con las irlandesas Claire Keegan y Mary O´Malley . Entre otros temas, discutieron sobre las primeras historias escuchadas durante la infancia, sobre las razones de que esos relatos permanezcan o caduquen, y sobre el necesario punto de maldad que debe poseer todo buen narrador.  También relativizaron sobre la verdad de los acontecimientos: “Modificamos  también las anécdotas verídicas que contamos una y otra vez, en función del grado de aceptación del oyente”. Es decir, que la búsqueda de la historia redonda puede convertirse en ocasiones en la perdición del escritor.   

El viaje de tres días de dureción culminó el domingo en Belfast. El joven poeta Nathaniel Joseph McAuley leyó en inglés los poemas de Cano, junto con Deirdre Cartmill y Maria McManus. Seguidamente, los cuatro conversaron con el público, y, entre una pregunta y otra charlaron sobre la dificultad de traducir poemas: “es como escuchar la versión acústica de un disco previamente grabado en estudio”, explicó Cano. Cartmill y McManus, que conocen el proyecto que realiza en  Euskal Herria la asociación Albaola, mostraron también su admiración por el bertsolarismo.

Cano ha realizado este viaje con apoyo del Instituto Vasco Etxepare.

El escritor Harkaitz Cano  habló el pasado viernes, 17 de octubre, sobre las ventajas y desventajas de escribir en una lengua minorizada en la universidad UCC de Cork, junto a la poeta gallega Marta Dacosta. Sobre cómo los autores y autoras en lenguas minorizadas deben a menudo preocuparse sobre sociolingüística, lo quieran o no. Dacosta disertó sobre el peso de la tradición oral y el papel de la mujer, cuyo rol de tejedora es a menudo insuficiente, por lo que reivindicó que “como Ulises, Penélope quiere viajar, y viaja”.  A continuación Cano se centró en los riesgos de la autotraducción, de la necesidad de responder a la carencia de una tradición escrita con la invención de una tradición y de la importancia del humor. Después ofrecieron una lectura de poemas en la biblioteca pública de Cork (en la imagen) junto con el traductor y escritor Isaac Xubin.

En Dublin, John Banvill se encargó de inaugurar el Festival ISLA, celebrado este año en el Instituto Cervantes. Los invitados de esta edición han sido, entre otros, la chilena Diamela Eltit y José Ovejero. Harkaitz Cano participó el sábado en la mesa redonda “Cuéntamelo otra vez”, con las irlandesas Claire Keegan y Mary O´Malley . Entre otros temas, discutieron sobre las primeras historias escuchadas durante la infancia, sobre las razones de que esos relatos permanezcan o caduquen, y sobre el necesario punto de maldad que debe poseer todo buen narrador.  También relativizaron sobre la verdad de los acontecimientos: “Modificamos  también las anécdotas verídicas que contamos una y otra vez, en función del grado de aceptación del oyente”. Es decir, que la búsqueda de la historia redonda puede convertirse en ocasiones en la perdición del escritor.   

El viaje de tres días de dureción culminó el domingo en Belfast. El joven poeta Nathaniel Joseph McAuley leyó en inglés los poemas de Cano, junto con Deirdre Cartmill y Maria McManus. Seguidamente, los cuatro conversaron con el público, y, entre una pregunta y otra charlaron sobre la dificultad de traducir poemas: “es como escuchar la versión acústica de un disco previamente grabado en estudio”, explicó Cano. Cartmill y McManus, que conocen el proyecto que realiza en  Euskal Herria la asociación Albaola, mostraron también su admiración por el bertsolarismo.

Cano ha realizado este viaje con apoyo del Instituto Vasco Etxepare.

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