Conversando con Uxue Alberdi II/II: identidad, hegemonía, colaboraciones y ‘orientación lingüística’
Euskara. Kultura. Mundura.
En el libro ‘Jenisjoplin’, de forma más directa. Pero también en el resto de su obra, aunque sea de forma indirecta. Hay una constante reflexión sobre la identidad en la literatura de Uxue Alberdi (Elgoibar, 1984). Además de escribir de ello, reflexiona mucho al respecto, convirtiendo ‘quién’ y ‘desde dónde’ en la brújula que la guía en el día a día. La escritora y bertsolari ha asistido a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México, donde ha participado en presentaciones y coferencias. En la primera parte de la entrevista, Alberdi reflexiona sobre la comunidad, la traducción y las nuevas oportunidades. Ahora, en esta segunda mitad, habla de identidad, hegemonía, colaboraciones y ‘orientación lingüística’.
-La reflexión en torno a la identidad se refleja en ´Jenisjoplin´.
-Sí. Es precisamente uno de los temas centrales del libro, la reinvención de la identidad a nivel personal y colectivo. Incluso en ‘Trastienda’, algunas cuestiones de este tipo están en el centro de la historia. También hay una reflexión sobre de quién es la voz narradora, qué voces, cuerpos y experiencias han estado en el escaparate y qué ha estado en la trastienda. También en ‘Reverso’ afloran preguntas de ese tipo: ¿quién decide quién es bertsolari?, ¿qué es el bertsolarismo?, ¿cómo es un buen bertsolari?
Me parece que desde que empiezas a contar, cuando escribes, hay una relación con la voz. Qué puede decir, qué no puede y cómo se relaciona con otras voces. Cuando pienso en mi voz y en quién soy, tengo dos ejes en mente que me interesan especialmente: el del lenguaje y el del feminismo. Hablo euskera y mi comunidad es la de la lengua vasca. Por otro lado, soy mujer y me leen así. Esa es la experiencia que tengo al tratar conmigo misma y con mi entorno.
Sin embargo, la identidad de cada uno/a es la más importante para cada individuo. A veces, ésta en el centro y no está amenazada y, como resultado, es más fácil no sentirla. Muchos hombres no sienten su género, no creen que les haya condicionado en particular, mientras que la mayoría de las mujeres tienen claro que han vivido determinadas cosas, precisamente por ser mujeres.
También ocurre con la sexualidad, con la presunción de heterosexualidad. O sales del armario todo el tiempo o te leerán como tal. Miren Amuriza menciona en la novela ´Basa´ un término que me gusta mucho: orientación lingüística. Explica que es algo que solo tenemos las personas que escribimos en lenguas minorizadas, una decisión que puede considerarse radical desde otro punto de vista, en la medida en que pueda parecer ilógica, por ejemplo.
¿De quién son las palabras? Reivindicar quién eres, desde dónde escribes, cómo te posicionas en el mundo, es construir una plataforma para tu voz. Escribirte a ti mismo/a. Cualquiera que sea de un margen siente la necesidad de definirse y renombrarse. De lo contrario, el poder se apropia del idioma con facilidad. Por eso surgen conceptos como renombrar, resignificar, reapropiar. Son el punto de partida para hablar de otras cosas.
- ¿Son la antesala de grandes temas?
- Hasta ahora he tratado temas muy variados. Se tiende a hablar de los libros según sus temas, y muchas veces el tema no es tan importante. El libro ´Hili´ trata sobre la idea de la muerte, pero es un libro poético, filosófico, juguetón. Igual con ´Alegría’ y ‘Abrazo´. Es más que he sentido la necesidad o el impulso de contar algo y después he pensado qué forma, qué género, qué voz, qué tono pide. Empezar a trabajar, hacer un camino, y luego darle forma.
- ¿En qué está trabajando ahora?
- Estoy escribiendo el guion de cómic para la revista Xabiroi junto a Susana Martín, titulado ´Surfista´, que se está publicando por secciones y que saldrá como álbum ilustrado en 2023. Por otro lado, estoy elaborando un cuento para la colección que Consonni está desarrollando con motivo de su participación en documenta fifteen.
Se trata de una colección de cuentos de 8 escritores/as en 8 idiomas del mundo, en torno al concepto del trabajo comunal. Se publicarán, posteriormente, en editoriales independientes en todas estas lenguas. En castellano, Consonni, en euskera, Txalaparta. También se podrán leer en alemán, inglés, árabe, mixe…
Además, junto con mi hermano Antton, estoy haciendo una colección de cuentos que también serán serie de televisión si el proyecto avanza, titulado ´Invisibles´. Él es biólogo, y entre los dos, junto a la editorial Elkar, en colaboración con Lotura Films, queremos contar los momentos más importantes de la historia de la vida desde el punto de vista de los micrioorganismos.
- ¿Cómo se prepara para adaptarse a formatos tan diferentes?
- Eso es lo que más me gusta. La necesidad de contar una historia te surge de dentro, es más tuya. Haces otras cosas, que no imaginabas, cuando, por ejemplo, una colaboración o una petición te llevan a nuevos pensamientos y lecturas. Eso es lo que te hace más escritor/a, en mi opinión.
Si no fuera por un encargo, no tendría el valor de imaginar el futuro, por ejemplo. Seguramente no me daría licencia para hacerlo. Esa posición es la que te lleva a aprender, sientes la necesidad de investigar. Cada historia te lleva a desarrollar una habilidad.
Luego llegan las fases de corrección, de escribir con el diccionario... Y las disfruto todas. Intentas andar nuevos caminos y conoces tus inercias, hacia dónde tiendes a encaminarte, y lo que quieres evitar.